domingo, 14 de febrero de 2016

COMENTARIO LINGÜÍSTICO: JUAN DE TASIS

COMENTARIO LINGÜÍSTICO     
Poesías, Juan de Tasis, Conde de Villamediana (1582-1622) 



Soñaba yo que tenía
alegre mi corazón,
mas a la fe, madre mía,
que los sueños, sueños son.

No solamente ha querido
verme, amor, en vida muerto,
sino engañar mi sentido,
para quitarme despierto
glorias que me dio dormido;
cuya dulce fantasía,
como en sus engaños crece,
con tanta fe desvaría
que lo que nadie merece
soñaba que yo tenía.

El pesar de este contento
amor quiso lograse,
porque en el prestado aliento
la memoria despertase
a desvelado tormento.
Tuvo la imaginación
sombra en sueño de placer,
porque sin esta ilusión
mal pudiera yo tener
alegre mi corazón.

Mas temo y menos espero,
despierto más ofendido
cuando en mi mal considero
que de un alivio fingido
nació un amor verdadero.
Sueño de falsa alegría,
como es despierto pesar
inútilmente porfía,
si me pretende engañar
mas a la fe, madre mía.

¡Oh costosos desengaños            
en ilusivas quimeras,
bien mentido y ciertos daños
donde las burlas son veras
y las veras son engaños!
Quejas desveladas son
mal fuerte y remedio tibio,
cuando induce mi opinión
FASE INTUITIVA
El poeta habla de un sueño de amor y como al despertar se encuentra con la amarga realidad. Aparece el tema barroco de la inconsistencia de la vida, las ilusiones y el desengaño de vivir.
Es un poema narrativo de un  sueño amoroso  en forma de Glosa, pertenece a la primera edición del libro “Obras de Don Iván de Tarsis Conde de Villamediana y Correo Mayor de Su Majestad.” Recogidas por el Licenciado Dionisio Hipólito de los Valles (1635). El texto está escrito en primera persona, utilizando la función poética del lenguaje para expresar sus sentimientos. El emisor del mensaje es el “yo” poético.
El lenguaje que utiliza es culterano, dando gran importancia a la forma y modificando las estructuras fraseológicas.
El Conde de Villamediana siguió las huellas de su maestro Góngora. Sus obras abarcan sonetos, fábulas y versos cortos. En los romances, redondillas, glosas y demás versos cortos, brillan la facilidad, la gracia y la elegancia, acercándose al estilo de su maestro. Fue un poeta satírico, especialmente en lo político, su sátira era agresiva, insultante y muy personalizada, demostrando un gran ingenio.  Murió asesinado, sin publicar sus obras.
La glosa empezó a utilizarse en el siglo XV. Consta de un tema en forma de redondilla seguido de cuatro décimas cada una de las cuales comenta los versos iniciales que son el último verso de cada décima.  La fusión de la técnica tradicional con los artificios del estilo barroco como el hipérbaton, la antítesis y los oxímoros embellecen esta glosa objeto de análisis.
FASE ANALÍTICA
La forma poética de la glosa, es un poema que desarrolla otro poema, usando líneas sucesivas del poema original como línea final de cada estrofa del poema nuevo. La redondilla inicial, está formada por cuatro versos octosílabos, el segundo y el cuarto terminan en palabra oxítona, con rima consonante de arte menor, a b a b. Esta redondilla, que pertenece a la antigua lírica popular hispánica, ha sido glosada por diferentes poetas. El último verso “que los sueños, sueños son” la usó Calderón de la Barca en el soliloquio de Segismundo, al final del primer acto de “La Vida es sueño”.
La cuatro estrofas son décimas isométricas con rima consonante, cruzada, de arte menor, a b a b a c d c d c. Los versos son octosilábicos simples, con palabras oxítonas al final de algunos versos.
La redondilla nos cuenta en primera persona el tema de la glosa, la alegría que le produjo el sueño y el despertar a la realidad. Los tiempos verbales están en pasado. La utilización del hipérbaton en los dos primeros versos otorga más belleza estilística al cuarteto.
La primera estrofa nos habla del amor no correspondido, protagonista de su sueño, en el cual sí pudo disfrutar de su amor. El poeta utiliza el hipérbaton en el primer, segundo y décimo verso, propio de la poesía barroca . Predominan los tiempos verbales pasados, aunque también utiliza presentes e infinitivos. El segundo verso tiene un oxímoron “vida-muerto”, que aporta dramatismo a la estrofa, a la vez que nos da información de lo tormentosa que ha podido ser su historia de amor. El cuarto y quinto verso terminan con dos adjetivos antónimos “despierto-dormido”, creando una antítesis de gran belleza. En el sexto verso tenemos un epíteto creador o suprarrealista “dulce fantasía”, aludiendo al sueño que tuvo y  aportando cierta carga erótica al sueño. Las oposiciones semánticas, propias de la poesía erótica, como el contraste entre la vida y la muerte, la relación de engaño que conduce a la vida y el desengaño que es el despertar que conduce a la muerte, y las dudas del poeta, sobre si está despierto o dormido, son propios de una visión “barroca” de la vida humana.
La glosa acumula pronombres personales enclíticos, tal vez en señal de desequilibrado narcisismo. Para los verbos en tercera persona el poeta no utiliza pronombres personales.
La segunda estrofa comienza con un hipérbaton y una elipsis para dar más intensidad al estado anímico del poeta, igual que en el sexto y noveno verso. Nos encontramos con varios epítetos creadores: “prestado aliento”, “desvelado tormento”, “corazón alegre”, propios del culteranismo barroco. Los tiempos verbales, como en la primera estrofa, son pasados, aunque también hay un infinitivo.
La tercera estrofa comienza con un contraste de expectativas “más temo y menos espero”,  elipsis y continúa con el hipérbaton para describir el despertar del sueño.  Los tiempos verbales están en presente excepto un pasado y un infinitivo. Utiliza adjetivos antónimos para enfatizar su desconcierto al despertar del sueño. Destacar que las últimas palabras de los versos cuarto, quinto, sexto y séptimo,  “fingido-verdadero, alegría-pesar”, son antónimos entre ellos, respectivamente.
La cuarta estrofa  comienza con una oración exclamativa, seguida de un epíteto en el segundo verso, “ilusivas quimeras” para enfatizar su estado de ánimo y mostrar su descontento con la realidad que le espera.
En el cuarto verso hay una paremia “las burlas son veras”, (frase proverbial cuya idea es la discreción con las formas para evitar que sean dañinas y ofensivas), y combinada con el quinto verso “y las veras son engaños”, crea un retruécano, muy utilizado en el conceptismo barroco. Finalmente, una antítesis en el séptimo y noveno verso para terminar con el famoso verso “que los sueños, sueños son”.
FASE DE SÍNTESIS
La glosa  resulta compleja en su lectura debido a la abundancia de recursos literarios, hipérbaton y elipsis. El poeta describe en primera persona, un sueño pasado y sus efectos, pero una vez despierto se queja amargamente de que esa dulzura se haya convertido en la amarga realidad. Se presenta el sueño como lugar de encuentro con la amada, aunque en todo el poema no se la menciona, la palabra “amor” aparece tres veces, tal vez se refiere a su amante la Reina Isabel o habla de su secreto amor homosexual, posible motivo de su asesinato. Las elipsis y la retórica del silencio, ayudan a crear este misterioso amor  soñado.
Se plasma una tensión entre realidad y sueño, entre verdad y engaño, dualidades propias de la vida onírica. Hay un sentimiento de melancolía que impregna todo el poema.
BIBLIOGRAFIA:
-Cotarelo, M. (1886).El Conde de Villamediana. Estudio biográfico-crítico.
-http://cvc.cervantes.es/literatura/
- Vique, D. M .El sueño como lugar de encuentro con la amada en la poesía del siglo de oro. Recuperado de: http://www.ual.es/revistas/PhilUr/pdf/PhilUr04.8.Vique.pdf
- Obras de Don Juan de Tasis. Recuperado de:
-Bonnín, I. La versificación Española. Ed.  Octaedro (1996)

- Lázaro Carreter, F. Como se comenta un texto literario. Ed Cátedra (1980)

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